miércoles, 9 de mayo de 2018

No cruces la línea

                                                    ¡Márcate unos límites muy bien definidos, y ¡mantenlos! La sabiduría dice: (1) No cruces la línea. La primera vez que lo haces, te dices a ti mismo: 'Sólo por esta vez'. Pero lo que no sabes, es que has abierto una puerta que quizás no puedas cerrar; (2) Es más fácil cruzarla la segunda vez.  El hombre que se desliza por la noche para ver pornografía en el ordenador mientras su mujer duerme , descubrirá pronto que, como un adicto, tendrá que incrementar la dosis. Antes de darte cuenta estarás buscando niveles más altos de excitación. Pablo escribió: "¿ No sabéis que...os sometéis a alguien como esclavos para obedecerlo...? (3) Con el tiempo, la línea se hace más borrosa. y vas cruzando de lo correcto a lo incorrecto pensando: 'Puedo dejarlo cuando quiera', y Satanás dice en voz baja: "Te tengo";
(4) Finalmente la linea desaparece, y como el Hijo Pródigo, lo pierdes todo. En el plano espiritual, pierdes la confianza ante Dios, en lo personal, pierdes tu sentido de autoestima, y públicamente pierdes el respeto y la influencia para con los demás.
                                                       Las cosas "buenas" también te pueden hacer daño. La ética laboral es algo muy estupendo, pero si está desequilibrada, puede hacer que descuides a tu familia y arruines tu matrimonio. El descanso y el ocio son cosas maravillosas, pero demasiado tiempo "relajándote" delante del televisor puede impedir tu crecimiento espiritual. La precaución y la reflexión son cosas buenas, pero en demasía pueden recortar las alas de tu fe y evitar que cumplas con el destino que el Señor te ha dado. Así que, márcate una línea bien definida, y mantente en el lado correcto.       

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