jueves, 31 de mayo de 2018

Manteniendo la fe y la buena conciencia

                                                  Pablo escribió a Timoteo: "Este mandamiento, hijo Timoteo te encargo, para que, conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia, manteniendo la fe y buena conciencia. Por desecharla, algunos naufragaron en cuanto a la fe . Entre ellos están Himeneo y Alejandro...". ¿Qué es lo que sabemos de Himeneo y Alejandro? No mucho, pero lo que sí sabemos nos deja atónitos. Tras fracasar en desarrollar, proteger y vivir con una conciencia cimentada en la Palabra de Dios, acabaron siendo unos náufragos espirituales.¡Vaya un cuadro!: unos magníficos "veleros" hechos añicos contra los escollos por deslizarse fuera de rumbo. El dicho "Que la conciencia sea tu guía"necesita unas palabras más, y son éstas: "...siempre que tu conciencia esté basada en la Biblia" Cuando queremos hacer lo que nos gusta e ir a nuestro aire, tendemos a justificarlo diciendo: "¿Si me siento tan bien como puede ser malo?" Entiende esto: si la Palabra de Dios dice que algo está mal, está mal.no importa lo bien que te sientas. Tu conciencia debe ajustarse a la verdad inmutable de las Sagradas Escrituras. Cuando el "árbitro" definitivo de tus elecciones y tus acciones son tus sentimientos, los "vientos" de las tentaciones, el compromiso y la comodidad te llevarán fuera de rumbo y acabarás siendo un "náufrago"- El apóstol Juan nos daba un motivo de suma importancia para mantener nuestra conciencia en perfecto estado: "...si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; y cualquier cosa que pidamos, la recibiremos de Él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de Él".  

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