Un cristiano de poco tiempo escribe: " He aceptado a Jesús como mi Salvador. Pero a veces decaigo y acabo preguntándome si mi fe es lo bastante sólida. Si de verdad soy salvo, ¿por qué Dios no me habla como lo hace con otros? Te sorprenderías de saber cuántos creyentes andan por ahí albergando dudas que les roban la paz y la seguridad.
La Biblia dice: "Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo". ¿Confías en Jesús? ¿Lo has confesado como tu Salvador? ¡Entonces eres salvo! Cristo dijo: "...El que cree en mí, tiene vida eterna" Si te riges por tus sentimientos, y no por la Palabra de Dios, tendrás dudas. Tus emociones cambiarán como la veleta y el enemigo las usará para decirte que eso de la salvación está bien para otros pero no para tí. Pablo decía: "...Yo sé a quien he creído y estoy seguro de que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día". Aquel en quien has confiado tu bienestar eterno, se ha comprometido a salvarte y a guardarte. Alguien dijo: " la fe es la cosa más fácil del mundo...consiste sencillamente en creerle a Dios".
Cuando se tambalee tu fe ora: 'Señor Jesús, he puesto mi confianza en Tí. Tu Palabra dice que puedo saber que tengo vida eterna. No se trata de un sentimiento, pensamiento o deseo; es creer y saber que Tú cumples Tu Palabra. Decido dejar de lado mis dudas y creer en Tí.'
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