viernes, 10 de enero de 2020

Debes "descubrir" tu visión (1)

                               Fíjate en dos cosas importantes acerca de la visión:
                               1) Tu visión debe proceder de Dios. Existe una diferencia entre marcarte tus propias metas y tener una visión dada por Dios. Cuando tu visión procede de Él "...se cumplirá, no fallará..." No tendrás que forzar las cosas para que sucedan; Dios proveerá los recursos y abrirá las puertas en el momento oportuno. Tus pasos serán dirigidos por Él. Dice la Escritura: "...A todos les llega el tiempo y la ocasión ...el hombre tampoco conoce su tiempo; como los peces apresados en la mala red, o como las aves que se enredan en el lazo, así se ven atrapados los hijos de los hombres por el tiempo malo..." Dios te revelará tu destino y te dará la oportunidad de realizarlo. Sin embargo, puedes resistirte, o posponerlo, o entregar tu vida a otras cosas y acabar dejando pasar "tu tiempo" y "tu oportunidad". No caigas en la red ni te enredes en el lazo, perdiéndote lo que Dios tiene para tí.
                                 2) Tu visión tiene que ver con un campo de acción determinado. El sueño de José comenzó con un campo de trigo. ¿Cual es tu campo? Ya sea que Dios te haya llamado al campo de la medicina, de la educación, de las finanzas, de las inmobiliarias o cualquier otro, el propósito es que seas de bendición a otros. Dios dijo a Abraham: "...Te bendeciré, engrandeceré tu nombre y serás bendición". 
No busques la fama, sino el servir a los demás. Si lo haces, tu influencia será mayor que tu imagen y tu recompensa final mucho mayor que el mejor coche, la mejor casa o los más preciados cuadros que  nunca puedas poseer.   

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