El profeta Habacuc describe su visión como "la carga que vio (el) profeta" La "veía" allí donde iba y ésta le hizo ponerse de rodillas y orar así: "¿Hasta cuando, Señor, gritaré sin que tú escuches?....¿Por qué me haces ver iniquidad y haces que vea tanta maldad?...La ley se debilita y el juicio no se ajusta a la verdad; el impío asedia al justo, y así se tuerce la justicia" Antes de que Dios te bendiga con un plan de acción, pondrá en tí la carga del problema que te ha llamado a resolver. Luis Braille quería leer y escribir. Pero se había quedado ciego a los tres años, en un trágico accidente que ocurrió cuando jugaba en la tienda de su padre. No queriendo conformarse con un mundo de oscuridad, se dijo: "Crearé un sistema para que los ciegos puedan leer y escribir." Gracias a eso, millones de discapacitados visuales han sido bendecidos con el Sistema Braille.
El salmista clamaba: "Me consumió el celo de tu Casa..." ¿Qué es lo que te consume? ¿Qué te apasiona? ¿Para qué te ha llamado y dotado Dios? El deseo que consumía al apóstol Pablo era alcanzar el mundo para Cristo. Y lo consiguió. Cuando sus enemigos lo encarcelaron, en lugar de rendirse ante la derrota, convirtió su celda en la sala de un escritor y redactó trece epístolas que cambiarían innumerables vidas después de su muerte, muchas más de las que hubiera podido tocar en vida. ¿Para qué estás dispuesto a entregar tu vida? Si tu visión proviene realmente de Dios, entonces la "sentirás".
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