Seamos claros: Lo que te ocurra después de morir dependerá de como vivas ahora. Las decisiones que tomas a diario tienen repercusiones aun después de que te hayas ido de este mundo. Si que importan, pues, y seguirán importando por toda la eternidad. Tu destino eterno está determinado por lo que crees, pero la clase de recompensa eterna dependerá de tu comportamiento. Si crees y vives de acuerdo con tu fe, eso cambiará tu manera de ver la vida, de ver a Dios, y por supuesto, lo que haces cada segundo a partir de ahora.
Dios quiere que sepas que las consecuencias positivas de tus acciones hoy puede cambiar tus perspectivas eternas de forma que te asombrarían y te maravillarían. así que no desperdicies ni un minuto más. No tienes por qué preocuparte por lo que te espera al otro lado de tu último suspiro. No lo deciden los demás sino tú. Cuando captes de verdad esta realidad, dirás: '¡No me puedo creer que haya preparado el futuro de mis hijos y mi propia jubilación pero no haya pensado para nada en mi propio futuro!. Hay quien lo expresa así: 'Siempre he pensado en terminar bien la carrera. Ahora resulta que la muerte es solo la línea de salida'. Lo cierto es que no puedes hacer nada con tu pasado, pero empezando ahora mismo sí puedes cambiar tu futuro: una decisión, un día, una acción en un momento determinado. Depende de ti.
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