viernes, 30 de mayo de 2014

'Finalmente recapacitó...'

                                                        El camino a la ruina del Hijo Pródigo no se recorrió de repente. Fue una acumulación lenta y constante, como el colesterol en las arterias. Él no valoró las bendiciones del padre ni fue agradecido. El Hijo Pródigo venía de una de las mejores familias de la ciudad, y sin embargo acabó sin dinero, sin amigos, comiendo con los cerdos, e intentando satisfacer deseos legítimos de modo ilegítimo.
                                                         ¿Por qué nos inmiscuimos en aventuras extramaritales, nos emborrachamos y drogamos o nos matamos trabajando y sacrificamos a nuestras familias en el camino? Porque dentro de nosotros hay un vacío que nadie, sino Dios, puede llenar. Jesús dijo: "Finalmente recapacitó y se dijo:...Volveré donde mi padre y le diré: Padre, he pecado..." Si se lo permites , Dios te detendrá justo a tiempo. Te recordará quien eres y a quien le perteneces. Empezarás a ver el fango en que te has metido, los falsos amigos, los logros huecos, la gente que te rodea que no es más feliz que tú. Si es así como te encuentras hoy, vuelve a casa. Tu Padre te está esperando para darte la oportunidad de empezar de nuevo, Él sigue amándote igual que antes. Dile4 al diablo: 'He cambiado de parecer. Me vuelvo a casa'.

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