Si estás pasando por momentos difíciles, lee estas palabras: "Entonces vinieron unos judíos...persuadieron a la multitud, apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto. Pero estando rodeado por los discípulos, se levantó y entró en la ciudad..." Fijémonos en dos expresiones "pensando que estaba muerto· y "se levantó" Pablo fue apedreado pero no derrotado; estaba desconcertado pero no desesperado, perseguido pero no abandonado; herido pero no destruido. Imaginémos al diablo observando a Pablo, como un árbitro de pié al lado del boxeador que ha caído en el ring. Después de contar hasta nueve, Pablo se levanta y dice: ¡He caído pero no estoy vencido! El apóstol era un optimista desafiante que sabía como animarse a sí mismo y animar a los que le rodeaban.
En el fragor de la batalla los enemigos de Lord Nelson le hicieron señales de que se rindiera. Tomando su telescopio miró y dijo: 'Yo no veo ninguna señal de rendición'. Durante la segunda guerra mundial, Churchill avisó a los franceses que si era necesario, Gran Bretaña iría a la guerra sola. Los generales franceses le enviaron un telegrama que decía "Dentro de tres semanas Inglaterra tendrá el pescuezo retorcido, como un pollo" Impertérrito, Churchill habló por la radio y dijo: ¡Nunca nos rendiremos,jamás! Así espoleó el ánimo del país británico. Al acabar la guerra, Churchill dio un discurso en el parlamento canadiense. Con esa expresión de bulldog que le caracterizaba y ondeando el telegrama francés dijo: 'Conque nos iban a retorcer el pescuezo como a pollos ¿eh?' El mensaje para ti hoy es levántate, Dios está de tu lado.
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