1) Dios sabe lo que ha invertido en ti. No te redime un día y te lleva al cielo el siguiente. Te llama y equipa para que cumplas un determinado propósito en este mundo. Jesús nos enseñó que algunos tenemos cinco talentos, otros dos y otros uno. Por esos es un error buscar comparaciones. Tu recompensa no viene de lo que tienes sino de lo que haces con ello. Si entierras tu talento porque te asusta el riesgo y no quieres fallar te meterás en problemas con Dios.
2) Dios protege lo que ha invertido en ti. A veces desobedecemos a Dios y a veces El nos tiene que disciplinar. Tu actitud puede acortar o alargar el tiempo de disciplina. Pero Él nunca nos abandona ¡jamás!.
3) Dios espera un rendimiento en lo que ha invertido en ti. Cuando llegues al final de tu vida ¿qué habrás ganado? Dios te dio tiempo, talento y tesoros. ¿Los estás usando de forma egoísta o estás sirviendo con ellos al Señor y a los demás?. "...es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho...sea bueno o sea malo..." . No tenemos más que una vida; pronto pasará. Sólo lo que se hace por Cristo perdura.
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