jueves, 12 de marzo de 2015

"...(Procurad interesaros) en los demás"

                                                       Alguien afirma: "Por mucho trabajo que pueda hacer un hombre, por muy atractiva que sea su personalidad, no irá lejos si no puede comunicarse con los demás" Para ello tienes que percibir el valor de las personas. Esta verdad la comprenden los triunfadores, en el ámbito en que se encuentren. En una reunión internacional de ejecutivos, un hombre de negocios estadounidense preguntó a su homólogo japonés cual era el idioma más importante en el comercio internacional. El estadounidense pensó que respondería el inglés, pero el japonés que tenía un conocimiento mejor  de los negocios respondió: "El idioma de mi cliente" Ofrecer un buen producto o servicio no es suficiente. Ni tampoco lo es convertirte en un experto, puesto que si conoces tu producto pero no a tus clientes, sólo tendrás algo que vender y a nadie que lo vaya a comprar. Pero además de eso, el valor que le das a la gente debe ser genuino.
                                                         Una conocida formadora profesional, escribió: " Puedes hablar hasta la saciedad, pero los oyentes se dan cuenta instintivamente si te importan de verdad". Si quieres encajare bien, tendrás que dejar tu ego de lado, fijarte en lo que hay a tu alrededor y no dentro de ti y pensar en los demás. Lo bueno es que eres capaz de hacerlo. Cualquiera puede, `lo único que hace falta es voluntad para cambiar, determinación para llevarlo a cabo y unas cuantas destrezas que se pueden aprender. La motivación para llevarlo a cabo se encuentra en las palabras del apóstol Pablo
" No (os preocupeís) sólo de (vuestros) propios interese, sino también (procurad interesaros) en los demás" Cuando busques ocasiones para invertir en los demás, las encontrarás.      

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