Para superar los malos recuerdos, tendrás que hacer lo siguiente: 1) Darles distinto enfoque. Echando la vista atrás, José dijo: "Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó a bien". 2) Rechazarlos. La próxima vez que surja un mal recuerdo, niégate a albergarlo. "No os acordéis de las cosas pasadas...". 3) Dirigirlos. "...olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante". Dirás que no puedes evitar acordarte de lo ocurrido. Si te puedes acordar de las penas, también te puedes acordar de las bendiciones. La manera más efectiva de vencer los malos recuerdos es reemplazarlos por otros buenos.
Y aquí va la buena noticia: Cada promesa que Dios te da lleva en si el poder de cumplirse. Así que medita en las siguientes Escrituras y aprópiate de ellas: " No temas...no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud". "De lo pasado no habrá memoria ni vendrá al pensamiento. Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que Yo he creado". Dios puede crear belleza a partir de cenizas y orden a partir del caos, aunque es algo que no ocurre de la noche a la mañana. Tendrás que madurar y perdonar mucho por el camino. En unas ocasiones perdonarás a otros y en otras te perdonarás a ti mismo. Si piensas que esas promesas se encuentran solo en el Antiguo Testamento, es verdad, pero la Biblia también afirma que "todas las promesas que Dios ha hecho se cumplen...". Así que presenta tus malos recuerdos a Dios y deja que Él te sane de ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario