sábado, 1 de septiembre de 2018

¡La gracia para hacerlo!

                                                 Es totalmente imposible pasar por la vida sin sentirnos heridos, pero si crees que la persona que te ha herido te ha hecho daño, espera y verás lo que es capaz de hacerte la amargura. Se extenderá de tal forma que te producirá dolor, infectará tu actitud, controlará tu estado de ánimo y será la causa de que pierdas tus amistades. Pocas cosas hay que sean peores que las personas  que no hablan de otra cosa que no sea "lo que me han hecho". Deja de tenerlo en cuenta ¡Olvídate! Si continuas recordando lo que te han hecho, no te has librado de esa carga. Jesús dijo: "Existe una estrecha relación  entre lo que Dios y tú hacéis. Por ejemplo, no puedes conseguir que Dios te perdone, sin que hayas también perdonado a otros".
                                                  Pero es que no tienes ni idea de lo que ha pasado'. No, pero al leer las Escrituras, descubrirás por lo que tuvo que pasar Jesús. ¿Te gustaría que viéramos algo de Su vida? Su familia creía que estaba loco; algunos de los que sanó exigieron su muerte. Cuando las cosas se pusieron cuesta arriba, hasta sus discípulos se largaron . ¡Añade además, el peso de tener que llevar los pecados del mundo, y verás que tenía motivos más que suficientes para sentir amargura! En lugar de eso ¡predicó el perdón en la cruz!  Y la Palabra que tiene para ti hoy es: "Bendecid a los que os maldicen y orad por los que os calumnian. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra, y al que te quite la capa ni aún la túnica le niegues, A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. Y como queráis que hagan los hombres con vosotros, así haced también vosotros con ellos". Puedes decir: 'Eso es difícil de hacer' ¡ Si, pero Dios te dará la gracia para hacerlo!.

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