miércoles, 23 de enero de 2019

La llamada del amor (2)

                                                Hay un fenómeno al que se denomina "Inercia Activa". Se da cuando nos prometemos cumplir compromisos que ya no tienen sentido. Y en algunos casos, hasta pueden ser perjudiciales para nuestra salud, nuestra familia y nuestro bienestar espiritual. Seguimos en ello hasta que nos topamos con una crisis.
                                                 Por ejemplo: Un padre muy ocupado, cuya hija, a la que ha descuidado, se va de casa y se mete en drogas. De repente, este saca tiempo para recorrer el país de lado a lado buscándola y luego pasa semanas buscando clínicas que la traten. Una pareja donde los dos estaban demasiado ocupados para dedicarse tiempo el uno al otro, de repente pasan gran cantidad de horas recibiendo consejería, y visitando a los abogados y buscando nuevos sitios donde vivir, al venirse abajo su matrimonio. Un adicto al trabajo ahora encuentra tiempo para pensar en el verdadero significado de la vida al recibir un informe médico con los resultados de un análisis y la palabra "maligno".
                                                   Un doctor escribe: "Parte del placer de leer una novela estriba en no saber cuál va  ser el desenlace hasta la última página, y luego pensar como los personajes podrían haber actuado de forma distinta si hubieran sabido cual era el fin. Pero la vida real tiene una urgencia muy diferente a la ficción; cuando llegamos al fin, no se puede cambiar. El significado de la vida es que ésta se acaba. Nunca lograremos entender cómo vivir nuestra vida  hasta que comprendamos la importancia del hecho de que esta tiene un fin. ¿Y luego qué?" Por lo tanto haz una pausa y pregúntate lo que estás haciendo (o no haciendo) con tu vida en estos momentos que hará que te lamentes más tarde. Siempre se vive la vida hacia adelante, nunca hacia atrás. El consejo del apóstol Pablo al respecto es: "...y lleven una vida de amor..."   

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