jueves, 26 de septiembre de 2019

El trato ha sido sellado

                                                   Si tienes dudas acerca de tu salvación, entiende esto: en el momento en que confiaste en Cristo para que fuera tu Salvador, su sangre te limpió de todo pecado. En ese instante "...fuisteís sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención". Y la Biblia dice también: "Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en el temor, sino que habéis recibido en Espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios".
                                                     En el libro de Rut leemos: "Existía esta costumbre en Israel, referente a la redención...para la confirmación de cualquier negocio, uno se quitaba el calzado y lo  daba a su compañero..." Fíjate bien  que el "redentor" se ponía el calzado del otro para simbolizar su disposición a ponerse en su lugar. Eso es lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz. Se metió en nuestros "zapatos" para que nosotros podamos presentarnos delante de Dios en los suyos--¡justos y redimidos!-- No dejes que las dudas te roben el gozo. No te dejes gobernar por tus sentimientos. Decide creer la Palabra de Dios, porque hasta que no lo hagas, te abrumará la incertidumbre. Estudia la Biblia, hasta que puedas decir con seguridad
"...Sé a quien he creído y estoy seguro de que es poderoso  para guardar mi depósito para aquel día"
¿Estás confiando en Cristo como tu Salvador? Entonces tu salvación es un hecho; ¡el trato ha sido sellado!.       

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