viernes, 13 de septiembre de 2019

Libres del miedo a la muerte

                                                   Una persona que perdió tres hijos, relata lo siguiente: "En el hospital después de enterrar a nuestro hijo de cinco años...vi a un niñito jugando en el suelo. ' Tiene el mismo problema que tenía su hijo', comentó la secretaria. M senté al lado de la madre del niño. 'Es duro traerlos aquí para las pruebas, ¿verdad? dije' ¿Duro?, ¡yo me muero cada vez que vengo! comentó ella, con voz acongojada. 'Pero es bueno saber' hablé despacio, escogiendo bien mis palabras 'que aunque los pronósticos médicos no sean, esperanzadores, cuando nuestros hijos mueran acabarán de sufrir y vivirán sanos y felices. Ella respondió: 'Me gustaría creer eso, pero no lo creo. Lo único que me queda es taparlo con tierra y olvidar que nunca lo tuve. Él quería estar a solas con su dolor, pero algo le empujó a decir: 'Me alegro de que yo no me sienta así. Ayer enterramos a nuestro hijo y he venido aquí hoy para darle gracias al doctor que lo atendió, por sus cuidados y atenciones. 'La señora replicó: 'Usted parece una persona inteligente. ¿Cómo puede creer que la muerte de una persona o de un niño es diferente a la de un animal?.
                                                     En palabras de Max Lucado: "En el cielo se celebra la llegada de alguien como si se tratara de una sala de maternidad ...los ángeles vigilan y esperan a que se abran las puertas de la sala , como hacen los abuelos de los recién nacidos...están terriblemente impacientes por ver al recién llegado. Mientras aquí pasa la funeraria...ellos colocan los banderines de fiesta...Jesús vino para "...liberar a todos los que por temor a la muerte estaban sometidos a la esclavitud..." Para el cielo, ninguna muerte es prematura. Dijo David: "...En tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas..." El temor y el pavor se acaban cuando entiendes que el cielo es tu verdadero hogar.

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