Para cuando tenía 16 años, a Romana ya la había abandonado el esposo y dejado con dos hijos a su cargo. Ésta vivía en México, en una pobreza extrema, sin profesión ni estudios, sin hablar una palabra de inglés. Sin embargo, todo esto no le detuvo. Tenía un sueño al que se aferró en medio de las circunstancias. Con sólo unos dólares en el bolsillo se dirigió a Los Ángeles donde gastó sus últimos siete dólares para coger un taxi a la casa de un familiar lejano. Romana no quiso vivir de la caridad
y enseguida encontró trabajo fregando platos, y un segundo haciendo tortillas desde la medianoche hasta las 6 de la madrugada. Con los ingresos de esos trabajos, consiguió ahorrar 500 dólares, que invirtió en comprar su propia máquina de hacer tortillas. Pasados unos años y gracias a su arduo trabajo y a sus estudios llegó a ser la dueña de Ramona's Mexican Food Products. La empresa de productos alimenticios mexicanos más grande del mundo. Pero eso no es todo. Fué elegida por el Presidente Dwight Eisenhower como Ministra de Economía de los Estados Unidos. Romana es el ejemplo vivo de lo que Eisenhower comentó a propósito de los ideales y de la disciplina para encauzar el futuro: "Sólo triunfaremos en la vida, o en la guerra, o en cualquier otro ámbito, si identificamos un propósito que predomine sobre todos los demás y que haga que el resto de las cosas se dobleguen a ese objetivo". Ya sea que trabajes haciendo hamburguesas o como agente de Bolsa, recuerda las palabras: "El perezoso desea y nada alcanza, mas los diligentes serán prosperados" Dios sólo añadirá sus bendiciones si das lo mejor de ti, por lo tanto hoy ¡entrégate a fondo!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario