miércoles, 25 de septiembre de 2019

Sobreponerse a la preocupación

                                                      Todos nos preguntamos de vez en cuando, pero los sensatos han aprendido a evitar el exceso de ansiedad, de acuerdo a las siguientes pauta
1) Define la situación con claridad. ¿Qué es exactamente lo que te preocupa? Sé específico. A menudo encontramos la solución al problema mientras lo analizamos.
2) Piensa en lo peor que puede pasar. ¿Podrías perder el trabajo? ¿Una relación? ¿Tus inversiones? En muchos casos, aunque ocurriera lo peor, lo más probable es que eso no te hundiría. Seguro que será incómodo o doloroso, pero ¿merece la pena agobiarse tanto?
3) Decide aceptar el desenlace, sea lo que sea. Mucho del agobio de las preocupaciones proviene de negar la realidad y no querer enfrentar el peor desenlace posible. Una vez que decides aceptar lo que venga, te das cuenta de que la preocupación deja de controlarte.
4) Esfuérzate por mejorar la situación. Un conocido neurólogo dijo: "La suerte les llega a los que se están moviendo" Haz lo que esté de tu parte para asegurarte el mejor resultado posible y "...habiéndolo hecho todo, estad firmes" ¡Firmes en las promesas de Dios.!
5) Entrégale los problemas a Dios. Él es "...el único que gobierna sobre todos..." El salmista dijo: " En ti confiaran los que conocen tu nombre , por cuanto tú, Señor, no desamparaste a los que te buscaron" Recuerda que no te puede pasar nada hoy, ni nunca, que Dios no sepa; Él está en control de todo y te hará salir victorioso.  

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