lunes, 16 de septiembre de 2019

Ser tolerantes con los demás (1)

                                                    En el tema del perdón, nadie se ha expresado mejor que Tim Stafford: " Prefiero ser engañado cien veces que hacer que mi corazón se vuelva de piedra". La Biblia dice: "...sean tolerantes los unos con los otros...perdónense, así como el Señor los ha perdonado..." No tienes derecho a elegir a quien perdonas. El amor es un mandamiento; el perdón, un acto de obediencia. Jesús nos dio este mandamiento:  "El que ama a Dios, ame también a su hermano" No puedes estar cerca de Dios si no te acercas a aquellos a quienes no aprecias. Él pone el listón muy alto, porque los rencores son como un cáncer y el perdón es el rayo láser que lo destruye. La amargura nos ata al pasado, destruye a las familias
divide a las iglesias y hace deteriorar las relaciones.
                                                     El perdón es como la llave que abre el candado de las cadenas de odio que nos atan. Lleva tus sentimientos heridos a Dios y di: "Ve si hay en mí camino de perversidad..." Se necesita valentía para hacer esa clase de oración, pero Dios la responde. A medida que creces en Cristo, se hace más fácil orar así, pero mientras tanto, tendrás que esforzarte. Como hijo de Dios, su Espíritu vive en ti
ya no eres esclavo del pecado. Dios sabe que es difícil perdonar heridas profundas y arraigadas, pero te dará la gracia para hacerlo. Ser tolerante significa dar el beneficio de la duda a tus ofensores y tener en cuenta las circunstancias atenuantes. Las personas cambian y crecen con los años, por lo tanto no te aferres a una posición de ellos limitada, basada exclusivamente en sus comportamientos pasados; procura verlas como son en la actualidad. La mayoría trata de hacer las cosas lo mejor posible, en consonancia con los conocimientos y el entendimiento que ha adquirido. Por consiguiente, no seas tan severo en tus juicios.

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