viernes, 11 de octubre de 2019

Aceite fresco

                                                             El pastor unta las ovejas con aceite por dos motivos: Primero, para repeler los insectos. Si éstos depositan sus huevos en la fina membrana de la nariz de las ovejas, éstas se pueden enloquecer; las hembras dejan de dar leche y los corderitos no crecen. Por eso el pastor unta a sus animales   con un repelente aceitoso que mantiene al enemigo alejado y el rebaño en paz. Segundo, para sanar heridas. La mayoría de las heridas resultan del diario vivir del rebaño. El pastor inspecciona a sus ovejas  regularmente porque no quieren que las pequeñas heridas lleguen a infectarse. Si las circunstancias re están enloqueciendo, o estás herido, como consecuencia del diario vivir con el rebaño, acude al Pastor. Antes de buscar a nadie, vete a Dios porque "Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas" . Luego póstrate delante de Él. Para que la oveja sea untada con aceite, debe agachar la cabeza y dejar que el pastor se lo ponga. Humíllate, clama al Señor. "¿Y acaso Dios no harás justicia a sus escogidos, que claman a Él día y noche?  ¿Se tardará en responderles? David escribe: "...Seré ungido con aceite fresco". El aceite de ayer está contaminado con la basura y el polvo del camino, por lo tanto tienes que acudir a Dios a diario y pedirle que te fortalezca con su Espíritu. La oveja desconoce cómo se producen los efectos curativos del aceite, pero no es necesaria esa información .Lo único que debe saber es que algo sucede en la presencia de su pastor que no ocurre en ningún otros sitio.   

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