viernes, 18 de octubre de 2019

¡No es más que dinero!

                                             Muchos piensan que la función del trabajo es acumular suficiente dinero para poder dejar de trabajar. Pero no es así; si tu trabajo no te satisface, acabarás por amargarte. Este principio es válido ya sea que ganes mucho dinero o  poco. No merece la pena hipotecar tu vida sólo por el dinero.
                                              Alguien escribe: "Tengo un amigo de más de setenta años, un hombre de negocios. Hace unos años asistí a su iglesia y él predicó un tremendo mensaje. Después del mismo conversamos y me dijo: 'Sabes ,cuando era joven, siempre sentí que debía de dedicarme al ministerio cristiano.' Yo le pregunté '¿Y por qué no lo hiciste?' Pues que cuando llegó la hora de la verdad, fue una cuestión de dinero. Le iban muy bien los negocios, así que no quiso llevar a cabo lo que él sentía que era el llamado de Dios para su vida. Ahora tenía seguridad financiera, pero el tiempo se le estaba acabando. Recuerda ¡No es más que dinero! Nos volvemos locos por ello, no dormimos por la noche  preocupándonos, nos agobiamos, tramamos cosas y a veces comprometemos nuestra integridad para conseguir un poco más...y luego tememos que alguien nos lo robe. ¡No es más que dinero! Nunca debería ser una razón para no seguir a Jesús, ni para no cumplir tu llamamiento divino.
                                                 Billy Graham dió en el clavo cuando dijo: "Si una persona tiene una actitud adecuada hacia el dinero, eso le ayudará a ordenar casi todas las otras áreas de su vida." No es malo hacer dinero, ni disfrutar de ello; siempre y cuando nos mantengamos "libres del amor al dinero..."  

No hay comentarios:

Publicar un comentario