Para llegar a ser un padre excelente, debes tener una relación estrecha con tu Padre celestial. Si pones en marcha los principios que Pablo usó para tratar a sus hijos espirituales, estarás mas equipado para ser un gran padre. Hablando de sus " hijos" Pablo demostró el cariño de una madre junto con la firmeza de un padre. Durante los próximos días vamos a observar algunos principios de paternidad basados en la vida y en las palabras del apóstol Pablo. Empecemos con : Haz que tus hijos se sientan queridos. Dijo Pablo: "..Llegasteis a sernos muy amados". En la versión original griega, el apóstol escogió una palabra para definir "amor" que apenas se usa; no utilizó el término normal para describir el amor fraternal o el amor incondicional, sino una palabra que significaba un magnetismo fuerte, cálido espontáneo, y que era también un término entrañable para hablar con un niño pequeño. ¿Por qué habría de hablar Pablo así a los adultos? ¡Porque nuestra necesidad de ser amados no desaparece con la edad! El apóstol quería que sus hijos se sintieran amados.
Dice la Biblia: "...el mayor de ellos es el amor". Padre, eso es lo que tus hijos necesitan por encima de todo, y no tiene nada que ver con su edad; lo necesitan tanto cuando son niños como cuando son adultos. Es probable que tu hijo adolescente sienta gran vergïenza si le demuestras afecto delante de los amigos, pero en el fondo aprecia esas muestras de cariño. Y es igual para los chicos que para las chicas; los dos necesitan ser amados. Seguramente tu hija adolescente corresponderá a tus abrazos y palabras cariñosas mientras que tu hijo hará un gesto de desesperación y gruñirá de forma incomprensible. A pesar de eso ámalos a los dos; y ya llegará el día en que te digan lo bien que se sintieron.
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