jueves, 16 de julio de 2020

Saber escuchar

                                                Si queremos llegar a  ser un buen líder, ¡aprende a escuchar! Los dos testimonios a continuación son ejemplos de las consecuencias de no dedicarle tiempo a escuchar. La primera es de una joven dolida, porque su jefe siempre la dejaba con la palabra en la boca. 'Esperábamos que nuestro jefe reflexionara sobre los asuntos presentados u nos diera respuestas acerca de problemas importantes relacionados con el trabajo. Sin embargo muchas veces se marchaba antes de que acabáramos la frase, sin oif lo que estábamos diciendo. 'La segunda es de  un director  del ministerio de jóvenes , el cual fue despedido.Después de servir al Señor dos años en ese lugar , me llamaron a una reunión de ancianos. Sacaron una lista de lo que había hecho mal durante los dos años allí.La mayoría de las cosas que dijeron que era verdad, porque yo era un novato en ese puesto.Y luego pidieron mi despido. ¿De qué me dí cuenta entonces? a)  de que nadie nunca se había molestado `por formarme o dirigirme; b) de que yo no sabía que estaba haciendo mal las cosas: c) de que los líderes de la iglesia nunca entablaron relaciones con sus subordinados.
                                                    ¿Por qué les cuesta tanto a los líderes escuchar? Porque les encanta hablar...y a medida que adquieren mayor autoridad , existe el peligro de creer que tienen menos razones para escuchar. Debido a su posición es normal sacar a los dirigentes del frente de batalla. Pero para ganar la guerra tienen que escuchar a los que están en las trincheras y usar esa información para tomar decisiones sabías. Antes de que a Ezequiel se le concediera la autoridad de profetizar o de dirigir al pueblo de Dios escribió: "Me senté junto con ellos...durante siete días...atónito entre ellos. Aconteció que al cabo de los siete días vino a mi palabra del Señor..."

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