sábado, 11 de julio de 2020

Ser guiados por el Espíritu Santo

                                           La vidas es un laberinto donde es fácil perderse,De todas partes nos vienen presiones para que complazcamos a los demás. Decidimos quienes son las personas que nos importan, analizamos lo que quieren de nosotros y cómo podemos dárselo, y en el proceso, perdemos el norte de quienes somos. Necesitas detenerte u preguntarte: '¿Para quién estoy viviendo?' '¿Para quién estoy haciendo las cosas que hago?' Escribe Pablo: Tenemos, pues, diferentes dones..." '¿A qué te ha llamado Dios?' Las personas que saben ser sí mismas, no dejan que los demás las controlen, porque son guiadas por Dios. "Todos lo que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios". No te angusties cuando otros demanden cosas de tí, sino toma el control ¡es tu vida!.
                                            Es posible que las presiones que tengas en estos momentos no provengan de los demás, sino de tus instintos de querer agradar. Lógicamente a veces tendremos que hacer cosas que no nos gustan, pero las hacemos porque amamos a alguien y de esa manera manifestamos "...el fruto del espíritu..." Sin embargo ser controlado por tu propia inseguridad o por las demandas interminables de los demás es algo diferente. Cuando no sabes decir no y quieres complacer a todo el mundo, te dejas llevar por la corriente. Asimismo cuando tu meta en la vida es conseguir la aprobación  de los demás, te arriesgas a sacrificar la aprobación de Dios. Es hora de que empieces a orar: 'Señor, ¿qué quieres que haga?. Y una vez Él  te lo revele, comprométete de lleno a hacerlo, sin importante quién puede estar o no de acuerdo. 

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