sábado, 25 de julio de 2020

La voz del temor (1)

                                            La Biblia nos dice que" ...Jezabel envió a un mensajero a que le dijera a Elías: ¡Que los dioses me castiguen sin piedad  si mañana a esta hora no te he quitado la vida como tú se la quitaste a ellos (los falsos profetas)! Elías se asustó y huyó para ponerse a salvo..."  Muchas veces la voz del temor nos sorprende después de un gran triunfo. Por la oración de Elías, Dios había mandado fuego del cielo en el Monte Carmelo. Cuando Jezabel lo amenazó a raíz de este episodio, no necesitó usar carros de guerra ni soldados; sus meras palabras lo intimidaron, lo deprimieron y lo llevaron a esconderse. ¡Ten cuidado! Si haces caso a la voz del temor, te sobrecogerás pensando en esa llamada telefónica que esperas, en el pronóstico médico o en el informe de la bolsa.
                                             ¿A quién estás escuchando? ¿ A quién vas a creer, a Dios o al hombre? Ni el viento, ni el fuego ni el terremoto hicieron salir a Elías de su cueva; pero si lo consiguió el sonido apacible de Dios. Los temores son muchas veces consecuencia de dos cosas: nuestra imaginación y los malentendidos. El temor nos lleva a pensar lo peor en lugar de creer que Dios hará lo mejor. "...El temor lleva en sí castigo..." Cuando alguna cosa sale mal nos preguntamos: '¿Me está castigando Dios por algo?' Pues no, el temor y la fe son partes íntegras de nuestro diario vivir, pero al que le concedas mas importancia de los dos controlará tu vida. Por ello, cuando te enfrentes a una situación inquietante, haz estas tres cosas: ora por sabiduría y protección divina, pues Él prometió dártelas; reconoce tus luchas internas--no eres el único, todos batallamos con el temor, y aférrate a Su Palabra, porque dice: "No te desampararé ni te dejaré" . 

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