viernes, 24 de julio de 2020

¿Quieres ser sanado?

                                           Alguien relata lo siguiente: "Hace mucho tiempo...me diagnosticaron que sufría depresión clínica y comencé el duro camino de una relación profunda, duradera, de la mano de Jesús. Un día Él me preguntó: '¿Quieres ser sanado?' Parecía una pregunta estúpida....pero yo sabía bien lo que quería decir: ¿Estaba dispuesto a la ardua tarea de enfrentar situaciones dolorosas, destapar la amargura y reconocer esa ira arraigada y ese resentimiento que me invadía ? ¿Estaba dispuesto a dejar de lado las obstinadas excusas que me impedían mejorar...a dejar de ver mi enfermedad como algo que me ofrecía más seguridad que mi salud? ¿Estaba dispuesto a dejar que Dios fuera Dios y admitir que to no podría conseguirlo, pero Él sí? ¿Me aferraría a a seguir encerrado en ese ciclo de impotencia y desesperación? Cuando Jesús le preguntó al hombre que llevaba inválido 38 años: '¿Quieres ser sano?' esa pregunta traspasó dos mi años y llegó hasta las sombras de mi alma...Ahí estaba el Gran Sanador ofreciéndome ayuda, y yo fuí totalmente consciente de que no podía conseguirlo sin Él, supe que eso era una realidad, porque me dispuse a caminar hacia el único lugar que nos puede devolver la plenitud y la salud....el camino del calvario. Al igual que todos los pasos de fe , el primero seguramente fue el más difícil....el paralítico llevaba 38 añosa diciéndose que sus piernas no tenían fuerza para sostener su cuerpo...y no había experimentado todavía confiar en Jesús. Necesitó coraje, energía y dolor para dar el primer paso. Jesús no esclavizó a ese hombre, sino que le hizo libre, le dió el poder de elegir y le independizó de sus temores. Si los miedos y la confusión  te paralizan, la pregunta es la misma: '¿Quieres ser sanado?' ¿Harás lo que Dios te pida? ¿Vas a tomar tu camilla y dar pasos que le agraden a Dios? ¿Vas a dar un paso de fe, libre por fin del temor?.

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