domingo, 12 de julio de 2020

Ser guiados por el espíritu Santo (2)

                                            Dios te ayudará a que desarrolles al máximo tu potencial, pero no a que sea alguien que no te corresponde. Cuando intentas ser alguien diferente, pierdes tu identidad en el proceso. Dios desea que encajemos en su plan, no que cedamos a las presiones para conformarnos al plan de otros. Ser diferente es algo positivo; ¡viva la diferencia! Descubre en qué destacas, entrégate de ello a lleno y te sentirás feliz y realizado. Ten en cuenta, asimismo, que cuando intentas copiar a otros en algo en lo que sobresalen, sueles fallar. Y fallas porque Dios no te ha pedido que imites lo que hacen, ni su forma de llevarlo a cabo. Lo fundamental es que te centres en tu potencial, no en tus limitaciones. Todos tenemos algunas que debemos aceptar, es un hecho y no hay nada malo en ello. En realidad, es maravilloso ser diferente sin pensar que eres un "bicho raro". Las personas maduras espiritualmente saben que Dios las ama tal y como son y que Él tiene un propósito para su vida. Gracias a eso, y al hecho de que se sienten bien con lo que ellas mismas emprenden, no se sienten amenazadas por las capacidades ni los logros de los demás y son capaces de disfrutar de lo que otros hacen. Escribe Pablo; "No dejemos que la vanidad nos lleve a irritarnos y a envidiarnos unos a otros". A fin de cuentas, lo único que importa es poder decir, como Jesús: "Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciera". Si puedes proclamar estas palabras, ¡es que lo has hecho bien!.

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