En el día del Juicio serás juzgado por cada buena obra a favor de los necesitados y también por todas las veces que hiciste la vista gorda a su necesidad. Jesús mencionará a cada uno de esos actos para aliviar la condición de otros, por muy pequeños que sean. De hecho, todo lo que Jesús enumera parece bastante insignificante: "Tuve hambre y me disteis de comer: tuve sed h me disteis de beber, fui forastero y me recogisteis, estuve desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel y fuisteis a verme" . Uno de los padres de la iglesia primitiva, Crisóstomo señaló : "Jesús no dijo "Estuve enfermo y me sanasteis' o 'estuve en la cárcel y me liberaste'.
No podemos entonces usar la excusa de ¿Cómo voy a sanar a una persona o liberar a alguien que está encarcelado?. Según Jesús "Estuve enfermo y me visitaste; estuve la cárcel y fuiste a verme " Esas obras de misericordia son siempre sencillas y acciones con ellas servimos al Señor. Parece increíble pero es cierto : Servimos a Cristo cuando ayudamos a los necesitados. Algunos de ellos viven en selvas lejanas y tienen nombres que no sabemos pronunciar. Otros moran en los suburbios de las grandes ciudades en casas hechas de cartón , y otros venden sexo en las calles. Algunos se merecen lo que les pasa y otros heredaron el caos y la miseria de sus padres. No puedes ayudarlos a todos, pero sí a alguno Y al hacerlo, sirves a Jesús. De hecho eso será de lo que Jesús te hable cuando te presentes delante de Él un día.
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