En el Segundo capítulo de Corintios Pablo hace la siguiente pregunta "...Quien es competente para semejante tarea? En el capítulo tercero le responde: "...Nuestra capacidad proviene de Dios". Somos conscientes de nuestras limitaciones e lo que se refiere a satisfacer de nuestra familia y las demandas de nuestro trabajo: lo hacemos perseverando a pesar de agotamiento y del dolor físico, batallado con un mal hábito de mucho tiempo, aprendiendo un nuevo trabajo después de ser despedido de otro, manteniéndonos en un matrimonio difícil y sacando fuerzas para seguir adelante cuando nuestros sueños se quiebran, Nos gusta dar la impresión de que podemos con todo. Actuamos como que somos capaces de manejar cualquier situación , pero en el fondo de nuestro ser sabemos que no lo somos. La verdad es que sin la gracia de Dios y su poder somos incompetentes.
Este puede ser un concepto difícil de aceptar para los orgullosos y resolutos, porque alerta su ego el tener que reconocer que sin Dios no saben que hacer, ni tampoco como hacerlo, ni de donde sacar las fuerzas para hacerlo: La cuesta mucho admitir que tienen que tienen que confiar irremediablemente en Él en todo momento. Pero una vez que adoptes esa premisa y dependes de Dios, empezarás a vivir la vida que siempre deseaste. ¿Cuál era el secreto de la fortaleza de Pablo "Dejo que Cristo tome el control, porque cuando soy débil, entonces soy fuerte". Alguien afirmó: Cuando un hombre no tiene fuerzas si se apoya en Dios, llega a ser fuerte y potente" Ya sea que hayas caminado muchos años con Jesús o pocos, no olvides nunca que cada àpice de tu capacidad viene de Él.
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