jueves, 5 de septiembre de 2024

No supongas , ¡pregunta!

                                Una de las causas mas comunes de conflicto en el matrimonio es algo muy sencillo denominado "suposiciones discrepantes". Un doctor escribe: "Hace unos años pasé un periodo extremadamente ocupado en mi profesión . Trabajaba a tiempo completo como catedrático de una facultad de medicina, daba conferencias y viajaba mucho más de lo normal. Esa época me agotó. Llenarme de tanto trabajo fue algo insensato, por mi parte, lo sé, pero había adquirido ciertos compromisos y tenía que cumplirlos. Al final de una semana dura el viernes por la noche me arrastré a casa. Me merecía un día libre y había planeado relajarme y ver un partido de fútbol americano ese sábado.

                                  Mi mujer, por otra parte, también sentía que se había ganado un descanso. Durante seis semanas se había ocupado de los niños y de la casa. Le parecía razonable entonces, que me pasara ese sábado haciendo tareas domésticas que se necesitaban. Los dos teníamos razón, pero las dos ideas eran incompatibles. Esas suposiciones chocaron alrededor de las diez de la mañana del sábado cuando mi esposa me pidió que limpiara la alfombrilla del patio. Yo no tenía la menor intención de hacerlo. Intercambiamos palabras duras que congelaron nuestra relación durante tres días. Es importante saber que ninguno de los dos estaba buscando una pelea, sin embargo los dos nos sentimos incomprendidos y heridos por el otro. Nuestro conflicto de lo que pasa todos los días en millones de hogares. Y el origen de las peleas no es un antagonismo liberado sino algo denominado "suposiciones discrepantes". ¿Cuál es la solución? No supongas, ¡pregunta!. 



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