domingo, 2 de septiembre de 2012

Fijate en lo bueno de la gente

                                                        "No recuerdo la fecha exacta en la que conocí al señor Martín. Como suele ocurrir, la fila del supermercado en la que me había puesto  para pagar no se movía con la rapidez que yo quisiera. Miré hacia la caja... y vi a un hombre amable, de más de setenta años. Pensé para mis adentros: ´Lo que me faltaba, un viejo, ¡seguro que es mas lento que una tortuga!´Pero durante los próximos minutos lo observé. Éste saludaba a cada comprador con la frase habitual: `Hola, ¿ que tal ? Pero luego hacía algo inaudito- escuchaba la respuesta. Lo normal en estas situaciones
es que si a la pregunta de ¿Que tal ? se respondiera con un "Acabo de enterarme que me quedan seis meses de vida" la persona diría rutinariamente:"Que tenga un feliz día" Pero el viejo salía de la caja y se dirigía a los clientes, les daba la mano, y les decía: Gracias, por comprar aquí hoy. Que tenga un feliz día."Los clientes se quedaban boquiabiertos.Sonreían o hacían una mueca tímida. Pero todos eran tocados por ese gesto sencillo...algunos se iban...se paraban...miraban para atrás...no podían entender lo que había pasado...¡A mi me hubiera gustado llevarme a ese señor a casa y hacerle una tarta! Yo había comprado en aquella tienda cientos de veces antes, pero nunca había salido de ella sintiéndome tan bien."
                                                        Un consejero matrimonial le pidió a una pareja que los dos hicieran una lista de las cualidades del otro. El marido apuntó doce cosas, pero la mujer no encontró ni una sola . La Biblia dice: "Mirad que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino procurad lo bueno los unos para con los otros, y para con todos"Es difícil hacer eso cuando buscas la perfección y te centras en los defectos de la otra persona."El amor no lleva un registro de las ofensas"... En otras palabras,¡fijate en lo bueno de los demás!  

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