martes, 5 de noviembre de 2013

¡Así es la vida!

                                                                  Vamos a hacer incapié en la palabra "sobrevenido"De repente, te "sobrevienen" una serie de circunstancias que tú no provocaste, que no deseas y de las que no sabes como salir. Recuerda los siguiente: ¡Tú no eliges las pruebas , sino que ellas te eligen a ti! No eliges quien te va a destrozar el corazón, o quien te va a irritar en extremo, o quien te va a defraudar. Cuando tomaste en los brazos a tu hijo por primera vez, nunca pensaste que un día te encontrarías en una comisaría de policía pidiendo que lo dejaran en libertad. Poco imaginabas que un chequeo médico rutinario acabaría contigo en el hospital debatiéndote con una enfermedad incurable. O quizás tu problema sea tan personal y vergonzoso que no quieres revelárselo a nadie. Por eso no puedes dormir por la noche, te levantas y clamas:  ¡Dios mio, sácame de ésta o estoy acabado!.
                                                                   El apóstol Pablo también admitió: "...Perdimos la esperanza de conservar la vida" Cuando te "sobreviene" una situación desagradable, aprendes las siguientes cosas: No juzgar a los demás. La Biblia nos dice: "...Cada uno es tentado, cuando por su propia pasión es atraído y seducido" Cuando no sabes lo que uno está pasando ni conoces las circunstancias que lo han condicionado, no juzgues. Si tienes que hablar de ello ¡díselo a Dios! . No contar los problemas a las personas indebidas. Busca a aquellos que vayan a compartir tu carga en lugar de divulgar el problema. Lleva el asunto delante de Dios. "...Acerquémonos confiadamente delante del Señor, para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que mas lo necesitamos". 
                                                          

No hay comentarios:

Publicar un comentario