jueves, 5 de diciembre de 2013

No seas alguien de "doble ánimo" (2)

                                                           Resulta muy fácil soñar despierto, dejando libre la imaginación. Pero es mucho más difícil enfocar tu mente en la tarea de fijarte un objetivo claro y tener una visión concreta y convincente. Según un líder: "Para mí el proceso comienza con preguntas que me debo plantear a mí mismo, porque un sueño siempre tiene sus raíces en el soñador, en sus experiencias, circunstancias, talentos y oportunidades. Por eso me pregunto: ¿Qué estoy sintiendo; qué me dicen las emociones?  ¿Qué estoy percibiendo; qué me dice mi intuición? ¿Que estoy viendo; qué sucede a mi alrededor? ¿Qué estoy oyendo; qué dicen los demás? ¿Qué estoy pensando; qué dicen de mi intelecto y mi sentido común?".
                                                            A veces podemos ver todo con claridad de repente, como una revelación, pero en la mayoría de los casos no sucede así, sino que hay que seguir trabajando en ello, aclararlo y replantearlo. Si el proceso es difícil, no deberíamos abandonar. De hecho, si fuera demasiado fácil eso podría ser indicio de que no estás teniendo ideales demasiado altos. Debes seguir esforzándote, porque merece la pena luchar por un gran sueño. Si tienes claro en qué parte del proceso te encuentras , lo que sabes y lo que quieres, estás muy bien encaminado para entender y aceptar el cometido para el cual Dios te ha puesto en la tierra. Moisés pasó dos tercios de su vida tratando de cerciorarse de lo que Dios quería de él; en el proceso, no obstante, intentó hacer las cosas a su manera, y falló. Pero tenía un corazón dedicado a Dios y una visión divina, por lo cual al final triunfó en su carrera. ¡Y tú también triunfarás!.

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