lunes, 23 de diciembre de 2013

¿Te estás quedando sin combustible?

                                                          Alguien relata: Me dirigía a un congreso de escritores , cuando me dí cuenta de que tenía que parar a repostar...Normalmente soy muy exigente y cuido muy bien donde paro...pero mientras circulaba por una carretera solitaria, empecé a desesperarme...en cualquier momento me podía quedar sin combustible, con una temperatura exterior de más de 30º C y ni siquiera llevaba una botella de agua conmigo...Recor´´i varios kilómetros más hasta que llegué a un pequeño cruce . Allí había cuatro casas ¡y una gasolinera! En otras circunstancias nunca hubiera repostado en aquel lugar, pero en ese momento, ¡era la vista más hermosa de todo el camino!. Es curioso como las circunstancias nos dictan los sentimientos.
                                                           Mientras David huía de sus enemigos, pidió: "...Tengo sed de ti como la tierra reseca tiene sed de la lluvia...Muéstrame por donde debo de andar..." ¿Habría sido distinta esta plegaria si David hubiera estado viviendo en medio del lujo, rodeado de criados? Sus precarias circunstancias - no saber de donde vendría la siguiente comida y dormir a la intemperie todas las noches - cambiaron su perspectiva. Cuando todo nos va bien en la vida, nos hacemos autosuficientes y nos olvidamos de Dios. En el ámbito espiritual, vamos con el depósito vacío hasta que una chispa desata una explosión. Si el depósito de tu automóvil está vacío, ¡de quién es la culpa? ¡ La gasolinera sigue estando en el mismo sitio!; pero tú eliges no detenerte a repostar. Cuando vives
"en la reserva", acabas hiriendo a los que te rodean, y luego has de vivir con la culpa de haber explotado con ellos. En este día, toma la Biblia y dale combustible a tu espíritu.  

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