lunes, 28 de abril de 2014

¡Vive hasta que mueras!

                                                       No escuches a quienes te digan que eres "demasiado mayor". La promesa de Dios es que, "aún en su vejez, darán fruto; siempre estarán vigorosos...". La planta agave mide 1,80 m. y durante 20 o 30 años no da flores. Luego, un año y sin avisar, echa un brote. Este, que se parece a la cabeza de un espárrago del tamaño de un tronco, crece a una velocidad de 18 centímetros por día y llega a alcanzar una altura de 6 a 9 metros. Entonces se corona de racimos de flores amarillentas que duran como mínimo un mes.
                                                         Entre las personas mayores se encuentran algunos de los más excelentes hombres y mujeres de Dios. El Abraham viejo y sosegado era más sabio que el Abraham joven e impetuoso. Ana una anciana viuda, no sólo pidió por nuestro Señor, sino que esa visión la mantuvo viva hasta que vio a Jesús. Juan, a sus más de 90 años de edad y estando prisionero en la isla de Patmos, escribió el libro del Apocalipsis.
                                                         Puedes enfocar la vida de dos maneras; protegerla o vivirla en su plenitud. Cuando la voz de la seguridad te dice: 'Enciende el fuego en la chimenea y quédate en la casa calentita', la voz de la fe te dice: 'Enciende el fuego en tu alma y prosigue tus anhelos con pasión'. Cuando le preguntaron a un señor por qué seguía estudiando griego a los 94 años, respondió: 'Caballero, ¡o lo hago ahora o nunca! . Lo que importa no son los años de tu vida, sino la vida de tus años. ¡Así que vive hasta que te mueras!.     

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