viernes, 7 de febrero de 2020

Dos historias sobre el matrimonio

                                      Primera historia. Alguien escribe: 'Mi hija de siete años quería asistir a clases de violín; la llevé a una tienda de música a alquilar un instrumento. Esperando que entendiera la importancia del compromiso de practicar el violín, le expliqué que las clases eran caras, pero que yo estaba dispuesta a sacrificarme y pagarlas si ella prometía trabajar duro. 'Habrá momentos de los que tal vez quieras dejarlo' le dije,'pero quiero que perseveres en ello'. Ella asintió con la cabeza, entendiendo lo que yo le decía, y luego en una voz muy seria me dijo: 'Será como el matrimonio, ¿verdad mamá?.
                                        Segunda historia. Un esposo le preguntó a su esposa: 'Dome carió, ¿has estado enamorada antes? Ella se quedó pensativa por un momento y respondió: 'Pues no. Una vez respeté a un hombre por su gran inteligencia. Admiré a otro por su increíble valentía. Y otro me cautivó por su belleza y encanto. Pero contigo, pues; no sé, tendrá que ser amor, digo yo, sino ¿cómo puede explicarse? ¿Has estado encontrando fallos en tu cónyuge en lugar de recordar las cualidades que un día te atrajeron a él o a ella? Las actitudes son como las malas hierbas; aparecen de la noche a la mañana y si no se hace algo al respecto, se apoderan de todo el jardín. ¡No dejes que esto suceda! La próxima vez que estés demasiado ocupado para demostrar amor; o que reacciones con ira, lee estas palabras; "El amor es sufrido...no busca lo suyo; no se irrita, no guarda rencor....Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta". 

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