miércoles, 12 de febrero de 2020

Ora por todo

                                          El niño de cuatro años de una familia misionera en África vio la foto de un pequeño dinosaurio rosa en una revista y se empeñó en que quería uno igual. Su madre sabía que era imposible (era una revista de hacía tres años), pero el niño nunca dudó de que Dios le concedería su deseo
Diez meses más tarde, el día de Nochebuena, llegó un paquete a la casa. A simple vista, parecía que contenía algo especial para cada miembro de la familia--excepto para el niño--Pero cuando llegaron al fondo de la caja, se quedaron boquiabiertos. La señora que había mandado el regalo no tenía ni idea de que Dios la usaría para responder la oración de un niño. Pero antes de cerrar el paquete, en el último minuto, decidió meter una cosita que los padres del niño no podrían conseguir--algo tan insignificante, que ningún adulto en su sano juicio habría pedido a Dios...¡un brontosauro rosa de plástico que le habían dado en un establecimiento de comida rápida!.
                                           A veces pensamos que es absurdo molestar a Dios con pequeñeces, pero no es así. La Biblia dice "...Sea conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias". Dios está interesado en todos los detalles de tu vida: si algo es importante para tí. también lo es para Él. En los tiempos bíblicos, dos gorriones se vendían por un céntimo ( y en las rebajas podías comprar cinco por dos céntimos) y sin embargo Jesús dijo: "...Con todo ni uno de ellos cae a tierra sin el permiso de vuestro Padre. Pues bien, aún vuestros cabellos estás todos contados" Cuando aprendes a confiar en Dios en las cosas pequeñas, podrás luego confiar en las grandes.

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