martes, 4 de febrero de 2020

Tus pruebas te están madurando

                                          Alguien escribe: "Mi amiga pasó meses buscando trabajo, y a medida que las entrevistas  no daban paso a ofertas de empleo, se desanimó. A pesar de eso, decidió no "anestesiar" el dolor de la espera con otras cosas....Ayunó de ver la televisión, creyendo que Dios le había dado este tiempo para reflexionar sobre su vida. En esos meses de incertidumbre, Dios se manifestó en formas mucho más profundas que una oferta de trabajo. Ella buscaba una forma de subsistencia pero Dios le enseñó un grado distinto de dependencia de Él...Buscaba una especie de Dios- mago que satisficiera sus necesidades de forma inmediata, pero Dios la sorprendió sobremanera al revelarle que Él era mucho mayor de lo que ella había imaginado. En su momento, consiguió un trabajo y se sintió muy agradecida a Dios, pero mucho más agradecida de haber aprendido que Dios se manifiesta en la espera de modos que nunca imaginamos....a veces, en los momentos mas oscuros, Él interviene....y nos ofrecen trabajo perfecto, o lle4ga la sanidad y entonces se acaba la espera. Pero otras, el milagro se opera dentro de nosotros mismos".
                                            El oro sólo adquiere su verdadero valor cuando las impurezas han sido quemadas en el fuego; Dios usa esos tiempos difíciles como un fuego purificador para sacar lo mejor de nosotros. Él controla el calor, porque su propósito no es destruirnos sino formarnos. Él ha adaptado la prueba  al área de tu vida que necesita ser tratada, y a medida que maduras, aumenta la intensidad del fuego.Los atletas  comienzan a entrenarse con piezas ligeras, pero a medida que adquieren músculos, usan otras más pesadas. Conforme creces en Cristo, los obstáculos que una vez parecían insalvables, serán los apropiados para la carrera.

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