jueves, 28 de diciembre de 2023

Entender las tentaciones (2)

        El segundo concepto erróneo es que la tentación es pecado. El diablo quiere que te culpes por las tentaciones que soportas. ¿Por qué? Porque cuando crees que tú eres el causante , te sientes condenado y desanimado. A medida que sucumbes al desánimo, te conviertes en una presa fácil y satanás te convence para seguir por ese camino y rendirte ante la tentación. Curiosamente te rindes ante el pecado por miedo a ya haber fallado. La tentación en sí no es pecado; sólo lo cometes cuando te rindes a él. Muchos nos vemos espiritualmente deficientes, distantes de Dios, incluso farsantes, porque creemos que nosotros iniciamos la tentación. Imagínate que un ladrón entrara en tu casa y cuando lo pillas te acusa a ti de ser el ladrón , ¿Lo creerías? ¡Por supuesto que no! Eso es lo que hace satanás con nosotros. Después de tentarnos, nos acusa con pensamientos como: "¡Un verdadero cristiano nunca pensaría así!".

         Puesto que conocemos nuestras debilidades, sus acusaciones nos suenan convincentes y le creemos. Luego nos sentimos condenados, nos sumimos en el desánimo y nos rendimos a la tentación. No olvides que la condenación viene de satanás. La Biblia dice: "...Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús..." . Cuando satanás envia la tentación, el Espíritu Santo comienza a trabajar en nosotros para ayudarnos a rechazar sus sugerencias y recordarnos que Jesús está pronto para ayudarnos a triunfar. "Pues cuanto Él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados" . Por lo tanro cuando seas tentado rechaza la condenación de satanás y busca el auxilio victorioso de Cristo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario