viernes, 8 de diciembre de 2023

La Palabra y el Espíritu

                     Cuando tu mente no es receptiva al Espíritu Santo, no puedes entender la Palabra de Dios. Por lo tanto si leer la Biblia te frustra intenta lo siguiente: antes de abrirla, abre tu corazón y ora: 'Espíritu Santo, muéstrame lo que yo no veo y enséñame lo que yo no sé'. Pablo escribió: "Estas son las cosas que Dios nos ha hecho conocer por medio del Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las cosas más profundas de Dios. ¿Quién entre los hombres puede saber lo que hay en el corazón del hombre, sino sólo el Espíritu que está dentro del hombre? De la misma manera, solamente el Espíritu de Dios sabe lo que hay en Dios. Y nosotros no hemos recibido el Espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que entendamos las cosas que Dios en su bondad nos ha dado. Hablamos de estas cosas con palabras que el Espíritu de Dios nos ha enseñado, y no con palabras que hayamos aprendido por nuestra propia  sabiduría. Así explicamos las cosas espirituales con términos espirituales. El que no es espiritual no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son tonterías....Pero aquel que tiene el Espíritu puede juzgar todas las cosas, y nadie lo puede juzgar a él. Pues la Escritura dice: "¿Quién conoce la mente del Señor?" ¿Quién podrá instruirle '. Sin embargo, nosotros tenemos la mente de Cristo"

                        La Biblia no es como cualquier otro libro. Sus palabras son inspiradas por Dios. Por lo tanto, cuando la lees tienes que pedir al Espíritu Santo que abra tus ojos y te dé entendimiento. ¡Él lo hará!

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