¿ Es la disciplina mental algo difícil y demandante? Si. Sin embargo, en lugar de pensar en sus demandas, piensa en sus beneficios. Cuando entiendas la fuerza, la libertad, la alegría y la victoria que la disciplina mental conlleva, la desearás. Una mente disciplinada es lo que diferencia una vida feliz de una miserable; una vida de hábitos destructivos de una vida de libertad con Dios. La disciplina es tu amiga, alguien a quien debes acoger a diario. Es una herramienta dada por Dios para ayudarte a alcanzar metas. Una de las razones por la que es tan importante disciplinar tu mente es porque su estado varía con rapidez. Un día puedes sentirte calmado, tranquilo, seguro de ti mismo y confiado en Dios. Y al día siguiente no te reconoces; estás ansioso, enfadado, negativo y lleno de dudas. ¿Por qué? Porque la forma de pensar influye en las emociones.
Necesitas saber algo más: al igual que las ondas radiofónicas en el espacio están llenas de señales que pueden ser recibidas por cualquier radio o televisión , hay fuerzas espirituales a tu alrededor que buscan moldear tu mente e influir en tu forma de pensar. Po ello, pídele a Dios que te ayude, y no dejes que tu mente piense todo lo que se le antoje. Empieza controlando tus pensamientos y enfócate en las cosas buenas. Romper con malos hábitos y formar hábitos buenos requiere tiempo; sigue practicando. Desarrollar una disciplina mental no es fácil, pero al final merece la pena. Cuando ganes la batalla de tu mente serás mucho más decidido, seguro de tí mismo y estarás más centrado. Y también serás una persona más eficaz y próspera.
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