Cuando Jesús fue bautizado..."los cielos fueron abiertos,,,y se oyó una voz de los cielos que decía: "Este es mi hijo amado en quien tengo complacencia". Cuando Jesús entró en el río Jordán , estaba entrando en la plenitud del propósito de Dios para Su vida. Las aguas estaban contaminadas con los pecados de la humanidad. Juan había bautizado a multitud de conversos ahí y los pecados de estos habían pasado simbólicamente a formar parte del mar del olvido de Dios, así como las aguas del río Jordán terminaban en el Mar Muerto. Quizás te horrorice la idea de que Jesús se sumergiera en el pecado, pero lo hacia para así cumplir el propósito de Dios: redimirle. Jesús estaba exactamente donde Dios quería que estuviera y haciendo exactamente lo que Dios quería que hiciera. Por eso su Padre anunció: "Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia"
Aquí hay algo que aprender . Hacer la voluntad de Dios a veces significa adentrarte en situaciones complicadas y en aguas turbias, pero cuando obedeces a Dios y haces lo que Él dice , no tendrás que defenderte ni luchar por ti mismo . Dios ordenará a vientos y mareas para que cedan ante ti, que te honren, que te escuchen e incluso que te bendigan. No tendrás que debatirte por saber la dirección correcta ni planearte si algo te conviene o no. Dios te dará la capacidad y los recursos que necesitas por que estás donde Él quiere que estés, haciendo lo que Él quiere que hagas. Así que la palabra de hoy para ti es: "Entra en el agua"
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