lunes, 7 de agosto de 2017

Céntrate en lo que realmente importa

                                                   Hay una anécdota de un hombre que un día conversaba con un ángel. El ángel le dijo: ¡Qué puedo hacer por ti? El hombre contestó: "Muéstrame el periódico de la Bolsa de todo el año que viene. Así sabré donde tengo que invertir mi dinero y seré multimillonario". El ángel chasqueó los dedos y apareció el periódico del año siguiente . El hombre echó un vistazo a las páginas, estudió la Bolsa y observó las acciones mas altas y las mas bajas. Pero en medio de toda esta alegría, las lágrimas empezaron a caerle por las mejillas. ¿Qué pasó? Al mirar la sección necrológica se encontró con su foto.
                                                   Dios no se opone a que adquieras las cosas y triunfes en la vida, pero quiere que sepas que lo que te ofrece esta vida es limitado,  y a menos que vivas cada día con una perspectiva de la eternidad, no vas a malgastar en tiempo en lo que no debes. No hay nada malo en disfrutar de los bienes temporales, siempre y cuando tu mente esté enfocada en las realidades eternas. Pablo dijo: "Pero mi vida no vale nada para mi a menos de que la use para terminar la tarea que me asignó el Señor Jesús, la tarea de contarles a otros la Buena Noticia acerca de la maravillosa gracia de Dios". En el Reino Unido, si cumples 100 años, puedes recibir un telegrama de felicitación firmado por la reina de Inglaterra. Pero eso no se podrá comparar con el "Bien hecho" que Dios te dirá si cumples la tarea que Él te ha asignado aquí en la Tierra.        

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