viernes, 11 de agosto de 2017

No des lugar a la envidia

                                                        ¿Has dejado que la envidia forme "una fortaleza" en tu vida? ¿Estás resentido con ciertas personas o las evitas porque han tenido éxito? La Biblia dice: "...La envidia corroe los huesos". Si eres de los que criticas a los otros constantemente  y anhelas lo que tienen, entonces lee estas palabras y medita en ellas en oración: "Porque yo sé muy bien los planes que tengo para vosotros--afirma el Señor--, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de daros un futuro y una esperanza. Entonces me invocaréis, y vendréis a suplicarme, y yo os escucharé".
                                                           Lo que en realidad la envidia le dice a Dios es: "Cometiste un error al hacerme como soy. Quiere ser como esa persona y tener lo que tiene" ¡No es así! Dios tiene un llamado y un destino únicos para ti. Así que en vez de dar cabida a la envidia deja que eso te motive a superarte y dar lo mejor de ti para llegar a ser la persona que Dios quiso que fueras. Si crees que te encuentras en una batalla perdida con la envidia, esta es una receta de la Palabra de Dios que necesitas aplicarte cada día: "Señor, solo Tú eres mi herencia , mi copa de bendición; Tú proteges todo lo que me pertenece. La Tierra que me has dado es agradable; ¡Qué maravillosa herencia! Bendeciré al Señor, quien me guía; aún de noche mi corazón me enseña. Sé que el Señor siempre está conmigo. No seré sacudido, porque Él está aquí a mi lado. Con razón mi corazón está contento y yo me alegro; mi cuerpo descansa seguro"-      

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