¿En quien confías a la hora de resolver tus problemas? ¿ En Dios o en ti mismo? Antes de responder, lee este pasaje de Isaias: "¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti... los que concentran en ti sus pensamientos! ... Para los que son justos el camino no es empinado ni accidentado. Tú eres Dios. Haces lo que es justo y allanas el camino delante de "ellos".
¡Que gran promesa! Si quieres tener serenidad de espíritu, vive según este principio: haz todo lo que esté en tus manos y deja el resto a Dios. Algunos hemos crecido con la mentalidad de que está mal disfrutar de algo cuando estamos en pruebas. Nos ha condicionado a pensar de que si no hacemos nada, al menos podemos preocuparnos o deprimirnos. Pablo aclara esta cuestión: "Y sin temor alguno... lo cual (esa constancia y valentía) es para ellos señal ... de Dios.
Satanás no sabe que hacer cuando no puede preocuparte, pues le quitas una de sus armas mas efectivas. Cuando confías en Dios, ya nos estás a merced de las circunstancias, de la gente o de tus propios sentimientos y limitaciones. Un locutor una vez bromeó: "En tiempos como estos viene bien recordar que siempre ha habido tiempos como estos". La cuestión no es si vamos a tener problemas sino como los vamos a manejar. La Biblia dice: "Pero los que hemos creído entramos en el reposo...". Cuando las cosas van mal, no vayas tú mal con ellas. Sigue a Dios, permanece en su Palabra y luego descansa en Él y confía en que moverá los hilos a tu favor.
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