miércoles, 2 de agosto de 2017

Controlar la ira

                                                    Para controlar la ira, ten en cuenta dos principios bíblicos importantes: 1) No eches la culpa a las personas ni a las circunstancias. Culpar es una forma de evadir responsabilidades mientras apuntamos con el dedo a alguien o a algo. "Si hubieras llegado antes, no te habría tenido que regañar", o "Si dejaras de regañarme, a lo mejor llegaría antes" Palabras así no ayudan, no hacen mas que generar antagonismo en la otra persona, perpetuar la ira y no obtener los resultados deseados.
                                                     2) No uses las palabras como armas para controlar. Controla mas bien tus emociones y exprésalas de forma adecuada. Recuerda que la meta es resolver el problema y reforzar la relación , no dejar heridas infectadas. No es algo fácil, por eso necesitas la ayuda de Dios. La Biblia dice que tus palabras pueden angustiar el alma de otros, quebrantar su corazón y destruir la relación. Salomón afirmó que las palabras dichas en ira "penetran hasta las entrañas" Lo que dices pueden vivir en la memoria de la persona toda una vida, hasta el día de su muerte. ¿Es eso lo que quieres? ¡Seguro que no Por el contrario el enojo bien controlado nunca te hará lamentar nada ni tener pesares. Aprende a discernir la diferencia entre el enojo que sientes y las palabras que hablas. La ira puede revelar lo que necesita cambiar en la relación. Pídele a Dios que te muestre primero aquello que debe cambiar en ti y luego en la otra persona.             

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