martes, 1 de agosto de 2017

"..De la abundancia del corazón habla la boca"

                                                     Todo lo que archivas en el disco duro del ordenador puede ser archivado con una tecla. Jesús dijo: "El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo, porque de la abundancia del corazón habla la boca". Cuando descargas viejos resentimientos, te amargas. Si estás enojado, trata con ello sin demora. No vayas por ahí enfurruñado ni te quedes esperando a que la otra persona se dé cuenta del problema  y te pida perdón. ¿Qué pasa si nunca lo hace? Jesús dijo: "...Si tu hermano peca contra ti, ve y repréndelo estando tú y él solos...". ¿Qué valoras más, tu punto de vista o la relación con la persona?.
                                                       Cuando "te tragas" la ira y no tratas con el asunto como es debido, estás metiendo otro esqueleto a tu armario emocional y eso te va a perjudicar sobremanera. Según estudios médicos, el resentimiento afecta a las paredes del estómago, ataca el sistema inmunológico y nos hace propensos a problemas coronarios, cáncer y otros trastornos físicos, emocionales y sociales. Pero eso no es todo, también ofusca tu mente, te roba energía y apaga la creatividad. Asimismo, estorba tu relación con Dios, con tu familia y amigos y le niega al ofensor la oportunidad de limpiar su conciencia y ponerse en paz contigo y con Dios. Hasta que no trates el asunto, este será como una bola pesada atada con una cadena que llevas arrastrando. ¡No aceptes vivir así! Pídele a Dios la humildad y la valentía  para enfrentar la situación --hoy mismo-- .   

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