martes, 22 de agosto de 2017

Sé humilde

                                                    Dios siempre responde con amor a la persona de corazón humilde pero rechaza a los orgullosos. Hubo un tiempo en el que el rey Nabucodonosor se jactaba de haber creado la civilización más avanzada del mundo, pero muy pronto se volvió loco, gateaba a cuatro patas y comía hierbas como un animal. Son embargo cuando se arrepintió recobró la razón  y Dios le restituyó en su trono. Él declaró: "... Yo Nabucodonosor, alcé mis ojos al cielo y mi razón me fue devuelta...Ahora...alabo al Rey del cielo, porque todas Sus obras son verdaderas y Sus caminos justos; y Él puede humillar a los que andan con soberbia". Caer ya es en si algo bastante malo, pero no pedir ayuda o no querer arrepentirnos de  nuestro pecado es mucho peor que la caída .
                                                      Quizás te avergüence que alguien sepa que has caído. ¿Es tan importante la imagen que los demás tengan de ti como para continuar expuesto en un estado lamentable ? ¿Qué es lo que te está engañando para reconocer que necesitas a Dios? ¡No seas tan orgulloso! ¿ No fue esto lo que te hizo caer en un primer momento?. El orgullo es muy peligroso, pues te hace languidecer  es un estado lamentable y con un sentimiento de impotencia durante días y a veces años. Si hubieses pedido ayuda antes te podrías haber levantado y continuado con la vida. Lo bueno es que nunca es demasiado tarde para arrepentirte y admitir que necesitas a Dios. Cuando Nabucodonor lo hizo recobró la razón y el entendimiento y fue restablecido como rey. Recuerda que lo mismo te puede ocurrir a ti.    

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