lunes, 21 de agosto de 2017

¡Guarda la vara de medir!

                                                    Vivimos en una sociedad orientada a los resultados, donde se nos premia por nuestro rendimiento en el colegio, en los deportes y en el trabajo. Sin embargo, Dios no piensa de esa manera y Sus caminos están muy por encima de los nuestros. A ´Él no le impresionan "las ofrendas quemadas y los sacrificios", sino que quiere que le obedezcas. Los sentimientos y las emociones pueden ser muy fuertes, pero rara vez son objetivos. Cuando basas tu valía como cristiano en tu comportamiento como ser humano imperfecto, entonces el enemigo saca el máximo provecho de la situación. A Satanás ser le llama el "acusador de nuestros hermanos" y quiere que hagas una lista de todos tus errores y fallos. De esa manera, te puede atormentar al recordarte todas las veces que perdiste la calma, criticaste, no defendiste lo que era correcto o no corregiste una idea errónea por quedar bien.
                                                       David dijo que si el "Señor tuviera en cuenta los pecados, ¿quien... sería declarado inocente ? Hasta el creyente mas disciplinado falla y lucha con algunas áreas de su vida. Por eso necesitamos la gracia y el perdón de Dios las veinticuatro horas y los siete días de la semana. "...Él sabe lo débiles que somos..."  y nunca se sorprende cuando a pesar de nuestras mejores intenciones nos quedamos cortos. Un pastor comenta;  "Dios no nos evalúa por nuestro comportamiento sino por nuestro amor a Jesús. De hecho, en el Reino de Dios nuestro amor a Jesús es el comportamiento por excelencia y todo lo demás es secundario. Desear estar con Él, obedecerle, entablar una amistad con Él y agradarle; eso es lo que nuestro Maestro anhela. Así que guarda tu vara de medir  y alégrate de que Dios no te califique según tu comportamiento, sino por lo que Cristo hizo por ti.

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