viernes, 5 de junio de 2020

¿Cuánto te puede confiar Dios?

                                              No somos dueños de nada; todo lo que tenemos es un préstamo. Pertenecía a Dios antes de que nosotros llegáramos y Él se lo dará a otros cuando faltemos. Nuestra cultura egoísta dice: ¿Por qué voy a cuidarlo, entonces, si no es mío? Pero los que entienden la voluntad de Dios se rigen por normas mas nobles y dicen: 'Porque le pertenece a Dios, lo vamos a cuidar mejor que si fuera nuestro'
En el reino de Dios "...se requiere de los administradores...que cada uno sea hallado fiel" Para ilustrar este concepto, Jesús relató la historia de un hombre de negocios que confió sus riquezas a sus siervos mientras él se iba a un largo viaje. A su regreso, evaluó lo que cada uno había logrado y les recompensó en consecuencia: "...Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor".
                                                Cuando sacas el máximo rendimiento de lo que Dios te ha dado, Él te promete tres recompensas. La primera, serás elogiado: "...Bien, buen siervo y fiel..." La segunda, serás ascendido: "...Sobre mucho te pondré..." Por ultimo, serás honrado con una celebración "....Entra en el gozo de tu señor." Para muchos de nosotros el dinero es la prueba de fuego. Jesús confrontó el tema diciendo: "Si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?" Hay una relación directa  entre tu modo de usar el dinero y la calidad de vida que llevas.
No sea que tu modo de usar el dinero esté impidiendo una bendición más abundante de parte de Dios.      

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