lunes, 29 de junio de 2020

La importancia vital del amor de los padres

                                          El favoritismo de Isaac desencadenó la rivalidad entre sus dos hijos. Es normal, y hasta sano, que haya un poco de competencia entre hermanos, pero normalmente es algo que desaparece cuando los niños crecen, aunque no es el caso de Esaú y Jacob. Con el paso del tiempo, esa rivalidad se convirtió en odio. Es fácil apuntar al carácter explosivo de Esaú como la causa del problema, pero su hermano Jacob también tuvo parte de la culpa. Al cruzarse Esaú con su hermano en un momento de mucha hambre, Jacob le engañó para que cambiara su primogenitura por un plato de comida. Luego, haciéndose pasar por su hermano, Jacob, le robó la bendición profética que le correspondía, engañando a su anciano padre. ¿Dónde comenzó ese tipo de rivalidad encarnizada? ¿ Fué un caso típico de "niño bueno" contra "niño malo". Probablemente no. La clave está en que Isaac amó a Esaú"; éste recibía el amor de su padre, lo que hizo que Jacob se resintiera y quisiera lo que no tenía. Jacob no pudo conseguir el amor que anhelaba de su padre, así que se agarró a lo que pudo: la primogenitura y la bendición paterna.
                                        Cuando negamos amor a nuestros hijos, estos pueden buscar caminos de destrucción y entregarse a cualquier otro sustituto del amor que pueden conseguir, o bien de nosotros o de otras fuentes. Jacob no era un "mal chico". Pero la falta de amor paterno y el favoritismo mostrado a Esaú le hicieron sentirse rechazado, lo que a su vez derivó en odio hacia su hermano, el gran causante de su problema. Y esaú tampoco era un mal chico. Pero su madre prefería a Jacob y le ayudó a tramar el "robo de su bendición". A Jacob no le quería su padre: A Esaú no le quería su madre. Sus padres no estaban unánimes en este aspecto y sus favoritismos hicieron de uno de ellos un fugitivo y del otro un hombre destinado a una vida de fracaso. Padres, tomaos muy en serio la gran influencia que tenéis sobre la vida de vuestros hijos.

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